25 de diciembre del 2019
PRINCESAS Y LOBAS
AUTOR/A: Mississipi
Nº DE PAGINAS: 123
DITORIAL: Penguin Random House
ENCUADERNACIÓN: tapa blanda
ISBN: 978-84-177773-37-3
SINOPSIS
Que los cuentos que nos cuentan son
mentira, lo sabíamos desde hace tiempo.
Pero ¿Por qué se repite siempre la
misma historia en las películas, en los libros y en las canciones?
Basta ya de princesas, castillos y
zapatitos que aprietan demasiado.
Mississippi, junto al análisis inflamable
de Bebi Fernández, trae el final de la historia:
Ahora el cuento es tuyo.
OPINIÓN PERSONAL
Es la primera vez que leo un libro de
prosa Feminista, y la verdad me ha gustado más de lo que esperaba.
Me apasiona como la escritora,
destripa las historias de princesas e mi infancia, y me hace ver que todos esos
cuentos, eran muy machistas, y que nos trataban a las mujeres como objetos o
muñecos.
Me encanta como Mississippi no tiene ningún inconveniente en
escribir todas las cosas denigrantes que nos hacen y nos dicen los hombres a
las mujeres.
Si vuelve a escribir otro libro repetiré seguro.
El mundo es
un lugar peligroso. (Enredados)
Te lo diré
yo, el problema no es la falda, es la mirada de quien ve provocación al
problema, no son las cinco de la mañana en verla como un blanco para verter tu
erupción te lo diré yo, el problema no es un billete de avión para una mujer
sola, sino tu educación de pensar que no debe ir sola, de pensar que busca
yendo sola, de pensar que hace una mujer. Te lo diré yo el problema no son los
tacones ni el maquillaje, ni el pelo suelto, ni salir a pasear al perro. El
problema no es el exterior ni el oscuro
bosque, ni la calle intransitada, ni el pueblo deshabitado, ni querer
salir a ver las luces. Así que Rapunzel, salta. Sal a pesar de que haya hombres
del saco, no te encierres en la torre, sal aunque te digan que solo en casa
estarás a salvo, sal a pesar de que el mundo en las noticias sea siniestro,
oscuro y malo, sal aunque siempre tengas que enviar un mensaje cuando llegues a
casa. Sal y que esta batalla no la gane el miedo.
Te lo diré
yo, el problema es del violador, nos mata el asesino, no morimos por ir sola.